Si a las plantas de Palladio les quitas el relleno de los muros y transformas en líneas simples se te queda una planta de Sejima completamente actual. Einsenmann ya realizó esos estudios.
Se trata, pues, de un espacio fluido, en el que unas habitaciones van llevando a otras con visiones y recorridos diagonales, nada que ver con las enfilades. Espacios abiertos propios de una sociedad relacional, no de raiz positivista y/o calvinista, sino más física.
Evans publicó tres libros muy interesantes en su, por desgracia, corta vida.
The Fabrication of Virtue: English Prison Architecture, 1750-1840
(Cambridge, 1982) Estudio de un nuevo tipo de arquitectura carcelaria y sus relaciones con las prácticas penales y el pensamiento contemporáneos.
The Projective Cast: Architecture and its Three Geometries
(Cambridge, Mass, 1995). Relaciones entre geometría y arquitectura, a través de la indagación de casos ilustrativos en un período de larga duración (desde el Renacimiento hasta nuestros días).
Translations from Drawings to Building and other essays
(AA Documentos 2, Architectural Association, 1997). Compilación de los principales artículos de Evans presentados a través de articulos de Mohsen Mostafavi y Robin Middleton, con una bibliografía compilada por Richard Difford.
"El talento de Robin Evans iba parejo a su independencia. Puede, la independencia, parecer una virtud obligada y, sin embargo, bien sabemos cuán difícil es. Robin Evans fue independiente en grado sumo. Su presencia en las instituciones académicas, en las escuelas, fue ocasional, resistiéndose siempre a las obligaciones a que dan lugar los nombramientos. Atento y riguroso, perspicaz y agudo, entregaba pródigamente su tiempo a esclarecer aquellas cuestiones que le preocupaban y apenas trabajó movido por los encargos. No buscó jamás ni el reconocimiento ni el halago. Su contribución a la crítica de la arquitectura reciente ha sido definitiva para quienes busquen en ella ayudas para entender el enigma de los construido: la crítica, pues, no tanto como ejercicio literario y sí como instrumento para el conocimiento de aquello que se examina.
Ver desde dentro, desde lo que fueron los problemas con que se debatían los arquitectos que construyeron las obras que contemplamos, sin estar pendiente de visiones idealistas o de componer piezas literarias, es lo que la obra de Robin Evans nos prometía, y de ahí que la esperásemos con tanto interés y atención. Desgraciadamente, tenemos que consolarnos con lo que escribió, con lo que ya conocemos, lamentando profundamente que tan sólo podamos aventurar lo que su obra iba a ser. Sus textos son ahora tan sólo un modelo lejano de lo que una cierta tendencia de la crítica de arquitectura hubiera podido ser". (Del "Prefacio" de Rafael Moneo)
Es interesante pasearse tambien por los apartados de Filosofía y Arquitectura y Manfredo Tafuri.
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